La Realidad es… | Benjamín Portilla
El reloj político avanza y Morena ha abierto formalmente la carrera electoral rumbo al 2025 con la publicación de la convocatoria para aspirantes a las presidencias municipales. Este llamado no solo marca el inicio de la contienda interna, sino que también pone en movimiento a las estructuras del partido en cada rincón de Veracruz, donde los aspirantes ya comienzan a buscar alianzas, apoyos y simpatías para posicionarse como las mejores opciones.
En Poza Rica, el ambiente ya se siente cargado de nombres y expectativas. Entre los posibles contendientes destacan la diputada local Adanely Rodríguez Rodríguez, la ex síndica María del Carmen Carballo, la ex tesorera María Soledad Rivera Correa, el ex delegado de Bienestar en Poza Rica Emilio Olvera y el ex secretario de Finanzas José Luis Lima Franco. Todos ellos, con trayectorias políticas diversas, se preparan para lo que promete ser una intensa lucha interna.
La gobernadora ha sido clara al señalar que, al menos en Poza Rica, el proceso de selección será mediante una encuesta abierta a la ciudadanía, un método que Morena ha empleado para dar una imagen de democracia interna. Sin embargo, este mecanismo no está exento de críticas, pues con frecuencia deja tensiones entre los grupos que no resultan favorecidos, algo que el partido deberá manejar con habilidad para evitar fracturas internas.
Morena no llega a esta coyuntura sin fortalezas. En Poza Rica, ha logrado mantener una base sólida que le ha permitido ganar consecutivamente la alcaldía en dos periodos, así como tres ciclos legislativos a nivel local y federal. Además, cuenta con representación en el Senado, lo que consolida su presencia en la región. Sin embargo, este éxito también aumenta la presión interna por definir quién será el rostro que los representará en 2025.
El proceso de selección interna será solo el inicio. Una vez definido el candidato o candidata, Morena enfrentará el reto de la llamada “operación cicatriz”, una fase crucial para cualquier partido político. La unidad es fundamental no solo para mantener el control territorial, sino para enfrentar con éxito a las otras fuerzas políticas que buscarán recuperar terreno.
El fervor electoral está en marcha, pero también las tensiones propias de un partido que, a pesar de su crecimiento, debe demostrar que puede mantener la cohesión interna. Morena tiene la mesa puesta para seguir siendo la fuerza política dominante, pero el verdadero reto estará en consolidar su proceso democrático interno sin que la ambición personal de sus militantes ponga en riesgo la estructura que, hasta ahora, les ha garantizado el triunfo.
De la misma manera se encuentran los demás municipios de la región como Tihuatlán, Papantla, Coatzintla, Cazones, Catillo de Teayo, Álamo, Tamiahua y Tuxpan donde también estarán buscando llegar a la candidatura en unidad. Nos leemos en la próxima …