*La cultura mexicana tiene una relación muy particular con la muerte, la cual podría cambiar después de la pandemia de COVID-19 debido a que miles de personas han tenido que vivirla de cerca y en condiciones muy difíciles, las cuales impiden realizar los rituales a los que estamos acostumbrados para lidiar con este proceso natural de la vida
Ciudad de Mexico /Julio Ramírez y Rubén Zermeño
En la cultura mexicana la convivencia con la muerte es motivo hasta de burla, pero tras el 2020 y con el inicio del 2021, la relación podría cambiar debido a la contingencia por COVID-19.
La tanatóloga Elizabeth Bazán explica que con todo el remolino de información y datos falsos que circulan en redes sociales, es necesario ser equilibrados para no ser víctimas del miedo. Los tiempos no están para correr riesgos y tampoco para paralizarse, por ello es importante estar “centrados” más que nunca.
“Culturalmente nos pegó a nosotros como país porque estamos acostumbrados de alguna forma a jugar con la muerte, en esta cuestión del Día de Muertos por la celebración que hacemos, los disfraces, las películas que tenemos y demás, es la forma en la que lidiamos con este aspecto tan fuerte de nuestra vida”, afirma la especialista egresada de la UNAM.
En el último año se detonó la muerte de miles de personas debido a la contingencia sanitaria por COVID-19, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Mientras que en 2018 se presentaron en el país 570 mil 576 fallecimientos y en 2019 fueron 703 mil 897, en el 2020 se suscitaron 930 mil 243, de acuerdo con estadísticas del Registro Nacional de Población (Renapo) que contemplan todas las causas registradas –excepto las relacionadas con violencia– en los registros civiles que expiden las actas de defunción.
Las estadísticas indican que de 2019 a 2020 se incrementaron los decesos por más de 200 mil casos, en tanto se ha reconocido oficialmente que por la pandemia han muerto más de 133 mil personas, de acuerdo con los reportes de la Secretaría de Salud.
Ante esta realidad, los mexicanos hemos tenido que aprender a convivir más de cerca con la muerte.
La pandemia está en pleno apogeo y las estadísticas indican que hay cifras récord en la hospitalización de personas y un alza en los contagios.
La muerte es la única certeza que tenemos en la vida en realidad, plantea la tanatóloga Elizabeth Bazán, psicóloga especializada en atención de personas con cáncer y sus familiares, pero en estas circunstancias, en caso de perder un familiar, es posible encontrarse con un duelo más largo.
“Por la pandemia, las circunstancias, las condiciones que nos piden ahora como no tener un velorio, no poder a veces recibir el cuerpo directamente, o hacerlo ya incinerado; no poder estar con la familia acompañando este proceso, obviamente cambia la percepción y hace que los procesos de duelo se vuelvan mucho más prolongados y complicados, porque para nosotros como cultura estos ritos, esta parte del velorio, estar acompañados, Los vernos, hace que sea un poco más digerible la noticia.
“Es un gran cambio. Al final, la pandemia es un periodo de aprendizaje que tenemos que enfrentar para salir fortalecidos”, afirma.