DESDE EL CAFÉ | Bernardo Gutiérrez Parra
El plagio
Vaya alharaca mediática la que armaron el académico de la UNAM, Guillermo Sheridan y Latinus, al dar a conocer que la tesis que presentó en 1987 la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmin Esquivel Mossa para recibir su título de Licenciada en Derecho, es igualita a la presentada un año antes (en 1986), por el Licenciado Édgar Ulises Báez al que también se la piratearon en 2008 y 2010.
Esquivel Mossa que aspira a ocupar la presidencia de la SCJN, declaró hace unos días a La Jornada one line que la corrupción “es un cáncer que aqueja a todas las sociedades. En el tema de la corrupción debemos ser implacables… un aspecto que tenemos, que es muy fuerte y relevante para combatir la corrupción, es la denuncia”.
Y Sheridan le tomó la palabra: “En mi calidad de ciudadano y acatando el llamado de la ministra Lic. Yasmín Esquivel Mossa, procedo pues a denunciar un acto de corrupción cometido por la pasante Yasmín Esquivel Mossa”.
Como quien acusa está obligado a probar, el académico presentó la portada, el índice y varias páginas de ambas tesis donde lo único que cambia es la tipografía y el nombre de los postulantes, todo lo demás es idéntico, análogo, gemelo e igual… igual a un plagio.
Yasmín Esquivel por supuesto lo negó y respondió en sus redes de una manera poco convincente: “Totalmente falso el reportaje de Latinus. Ahora ¿qué más van a inventar?” Su mensaje lo acompañó de un oficio de la maestra Martha Rodríguez Ortiz, su directora de tesis, donde niega que haya plagio y asegura que la tesis de su ex alumna es original.
Guillermo Sheridan dijo que tanto “la pasante” Yasmin Esquivel como Rodríguez Ortiz actuaron de común acuerdo en la elaboración del fraude.
Mientras son peras o manzanas, la UNAM manifestó que investigará el caso. “El Comité de Integridad Académica y Científica iniciará un análisis pormenorizado del contenido y las circunstancias del caso con estricto apego a la normatividad universitaria”.
Con las dos tesis en su poder, con la portada, el índice y varias páginas con textos idénticos como gotas de agua, no creo que la UNAM vaya a salir con que se trató de una coincidencia de esas que suceden una en 100 millones o que fueron los duendes de imprenta.
En 2016 cuando a Enrique Peña Nieto estaba vapuleado por el escándalo de la Casa Blanca, los actos de corrupción de su gobierno y la desaparición de los 43 normalistas, Carmen Aristegui le dio la puntilla al dar a conocer que había plagiado parte de su tesis para Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana.
Tras una investigación la Universidad reconoció el plagió, pero no le retiró el título. “Estamos frente a un acto consumado sobre el que es imposible proceder en ningún sentido”.