>>El Instituto Electoral y el TEPJF ponen a prueba su independencia y su propia sobrevivencia, además de la viabilidad democrática del país
El INE pondrá a prueba su independencia, la viabilidad democrática del país y su propia sobrevivencia en agosto de 2024, cuando deba dar a conocer la asignación de las curules y escaños por el principio de representación proporcional en la integración del Congreso de la Unión para cada uno de los partidos con base en los resultados que obtuvieron en los pasados comicios del 2 de junio de 2024.
Veremos si efectivamente corresponde a la coalición Morena-PVEM-PT la mayoría calificada o bien hay la posibilidad de que el INE y el TEPJF actúen con rigor democrático constitucional y de respeto al valor de igualdad del voto y no con base en una interpretación legal que se decante por aplicar la sobrerrepresentación a partidos, sin contar la coalición en su conjunto y las afiliaciones de sus candidatos en el momento de su registro como lo prevén la Constitución Política, las leyes y los acuerdos electorales.
De la decisión que tome el INE y el TEPJF dependerá el futuro democrático del país. Con las dos terceras partes de diputados (mayoría calificada) y en la Cámara de Senadores, que también podría lograr esa mayoría con dos o cuatro senadores más, contando además con la mayoría de los Congresos locales, el oficialismo podría cambiar la Constitución Política y hacer realidad las reformas constitucionales propuestas desde febrero de 2024 por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
De esas reformas se destacan, por poner en entredicho nuestro régimen democrático constitucional, la que pretende acabar con la separación de Poderes y someter al Poder Judicial mediante la elección popular de sus integrantes; la reforma que propone la casi desaparición del INE para ser sustituido por el INEC (Instituto Nacional de Elecciones y Consultas), aunque existe la posibilidad de que el INE pase a manos de la Secretaría de Gobernación y de esta forma adiós a su independencia.
De ser así, volveríamos a los tiempos del PRI de antes, de la que tanto critican los morenistas, pues el gobierno federal contaría los votos, como así sucedía en el pasado, de ahí que el PRI estuviera 70 años en el poder, porque es de reconocer que con la creación del INE vino la alternancia, por eso Morena llegó al poder, pero todo indica que la 4T ya no quiere soltar el poder.
Otra iniciativa, que pretende cerrar vías de expresión a las minorías, es la relativa a la eliminación de legisladores plurinominales y disminución de su número. Todos ellos serían electos por mayoría relativa. Se eliminaría una figura histórica en la legislación electoral mexicana que abrió los caminos a la oposición. Reiteró: Morena ya no quiere oposición, quiere el pastel completo, hacer lo que ellos quieran.
La representación proporcional se introdujo en primer lugar en Bélgica en 1889 y se ha defendido por ser un sistema de representación electoral más justo. Los grupos políticos reciben escaños en proporción a su fuerza electoral y, en consecuencia, ninguna fuerza política monopoliza la representación, ya que no se excluye ninguna de la misma.
Otra reforma muy cuestionada es la que propone desaparecer varios organismos autónomos, como el INAI, Cofece y el IFT.
Todas estas reformas planteadas por el Presidente López Obrador y que ha hecho suyas la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, han sido calificadas como una amenaza para la democracia e incluso para la estabilidad económica y política del país.
Controlar al Poder Judicial, al INE y negarse a la transparencia, son propósitos vistos como signos autoritarios que ahuyentarán la inversión, afectarían al T-MEC y a nuestras relaciones con nuestro mayor socio comercial.
Todo esto está en juego y por ello es tan importante la decisión que tome el INE y el TEPJF para que el oficialismo pueda o no lograr la “mayoría calificada”… y todas las consecuencias de esa resolución.
Los consejeros y magistrados deben pronunciarse por respetar la voluntad expresada por los mexicanos en las urnas. Ni un voto de más o de menos para los candidatos, partidos políticos y coaliciones que participaron en el proceso. Su responsabilidad y decisión será histórica. Si se ponen del lado del oficialismo habrán contribuido a destruir el régimen democrático, la separación de Poderes, el sometimiento del INE y la transgresión de los derechos fundamentales de todos los mexicanos.
Si alguien desea consultar los pasos que deberá seguir el INE para la designación de legisladores por el principio de representación proporcional solo debe consultar el Acuerdo del Consejo General del INE publicado el 16 de enero de 2024, por el que se determina el mecanismo de asignación de curules por el principio de representación proporcional, que implica una detallada forma de asignar las plurinominales para cada partido con la fórmula de cociente natural y resto mayor. Recuérdese que esta fórmula se creó para dar más plurinominales a los partidos con menor votación, pero sin prelación a los mayoritarios o a su coalición.
El riesgo es la sobrerrepresentación que consiste en que una fuerza política tenga una proporción mayor de legisladores respecto de la votación que recibió durante las elecciones. El riesgo también es la intervención del Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Gobernación para presionar al INE.
Desde el 5 de junio la titular de la Segob, Luisa María Alcalde, por instrucciones de su jefe, al puro estilo “Bartlett”, en un afán intervencionista y de falta de respeto al INE, se apresuró a difundir en una Mañanera cómo, según el Ejecutivo federal, debe quedar integrada la Cámara de Diputados.
Hizo una estimación de curules que le otorga a Morena, PT y Verde el 74% de la Cámara Baja, casi 20 puntos por encima de la votación que obtuvieron, del 54.7%, según los cómputos distritales del INE.
ALERTA POR LA DISTORSIÓN DE LA COMPOSICIÓN DEL CONGRESO
Dirigentes de los partidos de oposición, analistas, especialistas y exconsejeros del Instituto Nacional Electoral, como Ciro Murayama y Lorenzo Córdova, han alertado del riesgo de que se avale la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados y se distorsione la composición del Congreso, asignándole al oficialismo un número mayor de curules del que les corresponde conforme al porcentaje de votación obtenido en las urnas.
La oposición ya anunció que impugnará la asignación de diputados de representación proporcional que haga el INE en el mes de agosto, en caso de que el oficialismo se haga con una sobrerrepresentación ilegal, como ya ocurrió en Congresos locales, como la CDMX, Baja California Sur y Yucatán.
Desde 1996, la Constitución Política, en su Artículo 54, fracción V, establece: “En ningún caso un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida”.
El exconsejero Ciro Murayama ha insistido en respetar lo que según él es “el espíritu de lo planteado en la Constitución” y aplicar el límite de 8 puntos porcentuales a la coalición oficialista Sigamos Haciendo Historia en su conjunto y no por separado a los tres partidos que la integran, ya que esto significaría “que vale más un voto por el gobierno que un voto por la oposición”.
Al respecto el consejero electoral Martín Faz Mora explicó que la asignación de diputaciones plurinominales se realizará conforme al Acuerdo del INE del 16 de enero de 2024, ya referido, en donde se señala que los límites para la sobrerrepresentación se fijarán por partidos, no por coalición.
“La sobrerrepresentación del 8% es un tope máximo y no es automática, sino que va variando. (…) Lo que tienes que estar cuidando es que no exista esa sobrerrepresentación del 8%, pero habrá algún partido que tenga una sobrerrepresentación hasta del 8%, otros del 7, del 6, o de menos 1, menos 2, hasta menos 8, que es el rango que la Constitución permite”, añade.
Es una simple interpretación asignar curules por partido político, pero en igualdad para todos, no con preferencia a la coalición mayoritaria.
El papel del INE y del TEPJF es trascendental, ya dijimos por qué. Deberán utilizar toda la argumentación jurídica a su alcance para hacer realidad el valor proporcional y la igualdad del voto que establece la Carta Magna.
El exconsejero Murayama usa el término de “trasvase” para explicar el traslado y manipulación que pretende hacer Morena de los 219 triunfos de la coalición oficialista. Por el convenio suscrito antes de la elección, se le adjudican 123 a Morena, 54 al PVEM y 42 al PT. Aquí está el traslado de triunfos; de esos 219 distritos, en 213 el partido más votado fue Morena, pero solo le contarán 123 distritos ganados, es decir, “esconderá” 90 victorias propias gracias a su convenio de coalición.
“El PT no ganó ningún distrito por sí mismo, ni fue el más votado de la coalición, pero recibirá el trasvase de 42 triunfos que en realidad los electores no le dieron. Con una votación nacional válida emitida de 5.8%, el PT recibe 42 uninominales que representan el 8.4 por ciento de la Cámara. Va sobrerrepresentado gracias al regalo de Morena”.
Es un robo de votos descarado que los consejeros del INE deben observar y no irse con la finta de si la sobrerrepresentación del 8% es para partidos y no para la coalición. La trampa es el traslado que hace Morena de sus triunfos a sus aliados para así alcanzar la mayoría calificada artificial y ficticia.
Detalla Ciro Murayama las manipulaciones. El PVEM ganó tan solo en seis distritos, pero recibirá 54 diputados de mayoría relativa, una ganancia neta de 48 diputados. Este partido tuvo el 9 por ciento de la votación válida emitida, pero con el regalo que le hace Morena tendrá el 11% en la Cámara, pero además la Segob quiere que se les otorguen 21 pluris, para que en total llegue a 75 diputados. ¿Por qué le conviene a Morena “ocultar” 90 triunfos distritales en sus aliados? Porque así se le reconocen 162 diputados por mayoría (39 ganados por sí solos y 123 de la coalición) que representan el 32% de la Cámara y pretenderá, como dijo Gobernación, recibir otros 85 plurinominales para llegar a 247 diputados en total. La coalición sumaría 372 diputados (74.4%).
En el imaginario del oficialismo, a Morena le corresponden 247 diputados, al PVEM 75 y al PT 50, con lo que llegan a la cifra mágica de 372 diputados.
Los votos totales alcanzados por Morena y aliados en el Congreso fueron 54.7% de la votación; sin embargo, con la chapucería que pretenden hacer, llegarían al 74.4%.
Al adjudicarse esos votos que no obtuvieron en las urnas, se le restan a los opositores hasta colocarlos de un 41% que conquistaron en las urnas a un ridículo 25.4%.
Es tiempo de que el INE corresponda a esas gigantescas manifestaciones que se hicieron en todo el país para apoyarlo en las primeras embestidas que sufrió en 2022 y 2023.
Que anteponga los criterios constitucionales y toda la argumentación jurídica que exhiba las manipulaciones y trampas que el oficialismo quiere imponer.
Son 130 millones de mexicanos -y no solo 30 millones- los que estaremos pendientes de su veredicto.
La historia podría ponerlos del lado de la razón, la justicia y la democracia. INE y TEPJF tienen en sus manos el futuro democrático de México.
MARCO ANTONIO FLORES***
***Académico y consultor.